viernes, 1 de junio de 2007

Internet: nueva herramienta de Marketing


Es curioso observar cómo, entre los profesionales del marketing, parece que se empieza a realizar distinciones entre los «tradicionales» y los que hacen marketing en Internet, cuestionando estos últimos de forma radical métodos y enfoques anteriores. ...

¿Estamos hablando de que ya nada vale?

Empecemos por decir que no es cierto que las ideas de marketing hayan cambiado radicalmente. Sencillamente ha evolucionado hacia lo que siempre ha perseguido: mantener una comunicación más directa con el cliente y personalizar absolutamente su oferta de productos y servicios.
Internet ha provocado una considerable convulsión.
En este escenario competitivo tan confuso surgen dudas, hasta cierto punto razonables, sobre si la empresa se encuentra suficientemente preparada para el cambio y de si, de verdad, entiende cuáles son las verdaderas reglas para competir.
Y aquí hay reacciones encontradas:
los hay que creen en el cambio y se renuevan, y los hay que desisten antes de intentar comprender la magnitud del cambio. En esta misma situación se encuentra el marketing.

No sabemos si recurrir a las viejas técnicas y adaptarlas –en este caso ¿cómo?-, o empezar a definir cosas totalmente nuevas.

La verdadera importancia del marketing en Internet es que, definitivamente, se muestra con todo su poder. Las acciones pueden llegar a un grado tal de particularización y sofisticación que se contestan con reacciones absolutamente contundentes.
Por eso produce una inevitable sensación de vértigo; no es posible planificar a medio-largo plazo, los hitos son inmediatos y no estamos acostumbrados a obtener un feedback de nuestras acciones en casi tiempo real.

Pero frente a estas enormes ventajas (quien considere la velocidad una desventaja debería cuestionarse su presencia en Internet), surgen algunas cuestiones que conviene conocer y dominar para comprender perfectamente lo que llamamos marketing en la red.

Sigamos reflexionando

Uno de los principales problemas por el que muchos profesionales de marketing pueden no llegar a aceptar las nuevas reglas que marca Internet es por no entender o por no querer entender lo que Walid MOUGAYAR -gurú norteamericano- definió como «las cinco caras de Internet».
La red es, a la vez, un medio de comunicación, un mercado, un entorno de aplicaciones, un entorno de transacciones y, por supuesto, una red.
Es todo eso, pero al mismo tiempo y nunca por separado.

Ha permitido la evolución desde un mercado de productos a un mercado de clientes, pero debe emplear todavía muchos recursos para minimizar las resistencias de clientes desconfiados, de desconfianza hacia la red y de desconfianza hacia empresas que no ve.
Sí queremos tratar a los distintos clientes de forma diferenciada Internet es la herramienta que nos ayuda a hacerlo, porque es un medio individualizado que permite mostrar a diferentes personas ofertas distintas: los servicios pueden ser configurados en función de los conocimientos que tengo ahora acerca de mis clientes.

Cuando interactúo con ellos, puedo utilizar esta ventaja para modificar la forma en que los trato y además, puede hacerse de forma sencilla, utilizando la informática.
Fuera de internet, en cambio, actuar de este modo se vuelve más difícil, siendo necesarios otros mecanismos de interacción.

Diferenciarse y demostrar el valor añadido que ofrece la red frente al mundo real es una tarea ardua y difícil. Se trata, en definitiva, de dar motivos suficientes para cambiar hábitos de consulta y consumo.

Fulvia De Franceschi
webmaster@decoradores-online.com



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